
De esta forma puedo tener de forma justa y legal lo que tantas veces he echado de menos como comprador de vinilos: la posibilidad de escuchar esos álbumes en el coche, sin duda el lugar donde más disfruto la música, o en la piscina o en el tren o en la cola de la carnicería.
Una buena idea para para fomentar la sana costumbre de pagar por lo que ha costado sangre, sudor y lágrimas llevar hasta nuestros altavoces. Y es que a veces olvidamos que la música no se puede crear con un simple click de ratón, aunque consumirla pueda ser tan fácil como eso. Tan fácil y tan pobre.
El placer de ir a tu estantería, seleccionar lo que te conviene escuchar en este momento, coger la carpeta, notar el peso del material, la textura, analizar por enésima vez el diseño de la portada...sacar el plástico, sentir su olor, colocarlo en el plato, accionar la aguja y oir el crepitar de la electricidad que está a punto de estallar... girar la rueda del volumen hacia la derecha y... dejarse sacudir!!!
Ese placer está ahí para el que lo quiera y lo sepa disfrutar y ahora, gracias a iniciativas como la de Subpop, puede ser no sólo algo "romántico" sino hasta práctico y funcional. Chapeau.
No hay comentarios:
Publicar un comentario