martes, 7 de agosto de 2007

La secuencia perfecta


A veces me sorprende leer entrevistas a directores que hablan de dónde poner la cámara como uno más de los muchos factores que juegan un papel en su película. Así, sin darle mayor importancia. Quizás sólo quieren hacernos creer que decisiones largamente meditadas, sopesadas y estudiadas son fruto de la improvisación y de la despreocupación. O no. Puede que de verdad les dé igual ponerla aquí que allí, un angular que un tele, moverla que no moverla. Que se les vea a los actores y se entienda lo que hacen. Eso es todo lo que pretenden.

Madre mía, que les prohiban hacer cine. Que se dediquen al teatro. O a la crítica.

Esta semana he comenzado la planificación, el guión técnico de mi cortometraje. Y lo he hecho apuntando una frase en la cabecera de mi cuaderno:

"Nunca vas a a dar con la mejor opción posible".

Es una forma de no obsesionarme, de quitarme presión. Una secuencia se puede planificar de miles de formas distintas. Miles de estrategias de visualización que para más inri se irán multiplicando en las fases posteriores de construcción, cuando llegue el montaje y el diseño de sonido y la música. Capas y más capas llenas de posibilidades.

Algunas serán malas, equivocadas. Otras serán objetivamente muy buenas. Contarán lo que tienen que contar, ofrecerán la información y la emoción que la secuencia necesita.

Y como en todo, habrá una que será la número 1. La mejor estrategia de planificación, la secuencia perfecta. El Dorado. La gran cabalgada. Está bien saber que existe, pero no debo buscarla porque puede ser mi ruina. Elegir. Decidir. Apostar. Confiar. Y lanzarse a tumba abierta. Ése es mi trabajo.

Además, la secuencia perfecta es como la mítica media naranja. Aunque la encuentres, ¿cómo sabes que es ella?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No hay que obsesionarse, es verdad. Pero la secuencia perfecta existe, igual que existe la media naranja, y cuando finalmente la encuentras, nunca te preguntarás si es ella, porque sabes que lo es.

Anónimo dijo...

A mi juicio es una de las fases en donde más se disfruta, ya que es donde se empieza a dar forma a "tu" peli. Personalmente creo, y la corta experiencia con GBY me lo ha demostrado, que la fase de planificacion tiene cierta similitud con el montaje, ya que sabes perfectamente que siempre se podia haber contado mejor, pero al final lo que cuenta es lo que queda, y solo falta sacarle el maximo provecho a lo que hay. Una peli esta montada cuando dejas de montarla, parece perogrullada pero es asi, hay que confiar que los pequeños "defectos" sean arreglados en sonido, musica etc..., sino fuera asi, el montaje sería eternooo...
Suerte