miércoles, 8 de agosto de 2007

Preguntando a la botella


¿Quién necesita el cine? ¿Qué sentido tiene en la era youtube?

¿Por qué iba a merecer la pena gastarse montañas de euros en producir una película que no será más que un grano de arena entre los millones y millones de piezas audiovisuales que devoramos todos los días?

¿Dónde está el secreto de la fascinación que provoca youtube? ¿Es la facilidad y la rapidez de acceso? ¿Es la ingente cantidad de posibilidades, los archivos infinitos? ¿Es la representación de la realidad, la no ficción?

¿O es quizás el poder compartir de forma inmediata y sin limitaciones físicas? ¿Es la globalización de los contenidos un atractivo extra? Es decir, ¿Nos gusta ver lo que los demás ven y que los demás vean lo que nosotros vemos?

¿O es la nueva "arqueología", la posibilidad rescatar momentos que creíamos perdidos? ¿Es youtube nuestra nueva memoria? ¿Nuestro archivo emocional definitivo?

¿Es youtube la confirmación del poder de la imagen viva frente a otras formas de representación de la realidad (fotografía, literatura)?

¿No es esa apariencia de realidad lo que ha hecho al cine imbatible? ¿Y luego a la televisión y ahora a youtube?¿Es la imitación a la vida lo que queremos?

Si youtube ya imita a la vida, ¿no habrá que buscar que la vida imite al cine? ¿Es quizás ese estado superior la tabla de salvación del cine? ¿El único lugar donde tiene sentido?

1 comentario:

el hombre perplejo dijo...

estás vago Asier... Con lo que tú has sido.